
Los trastornos psicosomáticos se refieren a cómo los factores emocionales y psicológicos pueden influir en el estado físico de una persona. Existen dos tipos principales:
Trastornos sin causa física identificable: En estos casos, aunque no se encuentra una causa médica concreta para el malestar o dolor, la persona experimenta síntomas físicos reales y persistentes, como dolores constantes, punzadas o sensaciones de ardor.
Trastornos con causa física pero con intensidad desproporcionada: Aquí, aunque sí existe una enfermedad o lesión física reconocida, el malestar o dolor que siente la persona es desproporcionado indicando que factores como el estrés o la ansiedad están amplificando el sufrimiento.
Desde mi enfoque emocional, ayudo a la persona a conectar con sus emociones y a ver la relación cuerpo-mente. La arteterapia facilita un espacio seguro para canalizar el estrés y la ansiedad, promoviendo la relajación y el bienestar emocional.
¿Cómo saber si tengo problemas psicosomáticos?
Los síntomas psicosomáticos aparecen en el cuerpo, pero no tienen una causa médica clara que los explique del todo. Puedes sentirte mal físicamente, incluso después de hacerte análisis o visitar varios especialistas, y que todo «esté bien» en lo físico. Sin embargo, el malestar persiste. Esto puede indicar que hay factores emocionales o psicológicos detrás de esos síntomas.
Algunas señales comunes son:
- Dolores de cabeza, estómago, espalda o musculares persistentes sin causa médica aparente.
- Problemas digestivos, dificultad para respirar, palpitaciones o mareos frecuentes.
- Cansancio constante, insomnio o alteraciones en el sueño sin una razón física clara.
- Empeoramiento de los síntomas en momentos de estrés, ansiedad o conflictos personales.
- Sensación de estar enfermo/a, pero con estudios médicos normales.
Si te cuesta identificar o expresar lo que sientes emocionalmente o que estés ignorando algo importante, es posible que tu cuerpo lo esté haciendo por ti. En estos casos, la terapia psicológica es muy útil para conectar con las emociones no expresadas y liberar tensiones internas que están afectando a tu salud física. Las técnicas de arteterapia son muy eficaces en estos casos, contacta conmigo si lo necesitas.
Qué es el trastorno psicosomático ejemplos
Algunos ejemplos de Trastorno de somatización en los que una condición física puede agravarse por el estado mental o emocional son afecciones de la piel como psoriasis y eczema, la hipertensión o la diabetes tipo 2.
Del mismo modo, el Trastorno de síntomas somáticos puede afectar de manera negativa al sistema respiratorio, el sistema gastrointestinal y el sistema cardiovascular. Algunos ejemplos de alteraciones psicosomáticas son la migraña, la artritis reumatoide, los dolores de espalda y el asma.
Hablamos de Trastorno de síntomas somáticos cuando hay uno o más síntomas somáticos que causan malestar emocional o dan lugar a problemas significativos en la vida de la persona. Aparecen pensamientos, sentimientos o comportamientos excesivos relacionados con síntomas somáticos, y se pone de manifiesto de la manera siguiente:
- A través de pensamientos desproporcionados y persistentes sobre la gravedad de los síntomas
- Grado de ansiedad persistente acerca de la salud o los síntomas
- Tiempo y energía excesivos consagrados a estos síntomas o a la preocupación por la salud
El grado de los problemas somáticos puede variar entre leve, moderado o grave, dependiendo de cuántos síntomas se cumplen y por cuánto tiempo existen estos síntomas.
Causas de las alteraciones somáticas
Las alteraciones somáticas tienen su origen en factores psicológicos o emocionales, aunque se manifiestan a través del cuerpo. Esto significa que el cuerpo expresa, mediante síntomas físicos, lo que la mente no logra gestionar o poner en palabras.
Una de las principales causas es el estrés crónico, que activa el sistema nervioso de forma constante y puede desencadenar dolores, tensión muscular, problemas digestivos, fatiga o insomnio. También la ansiedad y la depresión suelen estar detrás de muchas molestias físicas que no tienen explicación médica evidente.
Otro factor común es la represión emocional: cuando no se expresan emociones como la tristeza, la rabia o el miedo, estas pueden acumularse internamente y traducirse en malestar físico. Las experiencias traumáticas no resueltas también pueden dejar una huella en el cuerpo, incluso años después de haber ocurrido.
Además, el perfeccionismo, la autoexigencia y la dificultad para pedir ayuda pueden contribuir a que la persona viva desconectada de sus emociones y, en consecuencia, su cuerpo sea el que «hable».
En estos casos, el acompañamiento psicológico permite identificar el origen emocional del malestar, liberar tensiones internas y recuperar el equilibrio cuerpo-mente. No dudes en ponerte en contacto conmigo si ves que estos síntomas están oscureciendo tu vida.
¿A qué se deben los problemas somáticos?
El origen de los síntomas en los trastornos psicosomáticos es difícil de saber. Si buscamos una causa únicamente médica nos encontraremos sin respuestas. Es por eso, que muchos pacientes buscan desesperadamente en el médico y los especialistas una solución y se frustran cuando los médicos no saben explicar la totalidad de lo que les ocurre, porque existe una causa psicológica que no se ve tan a simple vista.
El tratamiento para el Trastorno psicosomático se centra en trabajar los pensamientos, sentimientos y comportamientos, desproporcionados y que generan ansiedad, relacionados con síntomas físicos, que cursan junto a una preocupación por la salud.
¿Cómo se tratan los trastornos psicosomáticos?
Una vez que se han descartado las causas físicas mediante una evaluación médica, es fundamental valorar cuánto impactan los síntomas en la vida de la persona. El tratamiento de los trastornos psicosomáticos no se centra únicamente en aliviar los síntomas físicos, sino en abordar los factores psicológicos que los originan o agravan.
El enfoque terapéutico más utilizado es la terapia cognitivo-conductual (TCC), que permite identificar y modificar los patrones de pensamiento negativos, las creencias disfuncionales y los comportamientos que alimentan el malestar físico. A esto se suman técnicas específicas, como el entrenamiento en relajación, que ayuda a reducir la tensión corporal, y el aprendizaje de estrategias para manejar el estrés.
Un complemento muy eficaz es la arteterapia, ya que facilita la expresión emocional, especialmente cuando la persona tiene dificultades para verbalizar lo que siente. A través del proceso creativo, se ofrece un espacio seguro para conectar con el mundo emocional y trabajar el malestar interno desde un plano simbólico.
El objetivo es reducir la intensidad de los síntomas físicos, transformar los pensamientos desadaptativos y aumentar la seguridad y el bienestar emocional. Todo esto contribuye a que el proceso de somatización se atenúe y la persona recupere calidad de vida.
*Nota: En este centro ofrece servicios de psicología no sanitaria y arteterapia. No se realizan diagnósticos ni tratamientos sanitarios, pero sí te acompaño en el proceso para sentirte bien.