
Cada persona autista tiene una forma única de percibir, sentir y relacionarse con el mundo. Por eso, precisa un acompañamiento individualizado que respete sus ritmos, necesidades y fortalezas.
Si estás aquí, probablemente estás buscando orientación, herramientas o simplemente alguien que comprenda tu situación sin juicios. Ya sea que se trate de tu hijo/a, de un familiar o de ti mismo/a, estás dando un paso importante al buscar apoyo profesional.
Mi objetivo es ofrecerte un espacio seguro y empático para trabajar en el desarrollo de habilidades, la mejora del bienestar emocional y la creación de estrategias que hagan el día a día más llevadero y enriquecedor.
El acompañamiento adecuado puede marcar una gran diferencia. No estás solo/a en este camino.
¿Qué es el autismo?
El autismo es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por dificultades en la comunicación e interacción social, así como conductas e intereses restringidos y repetitivos.
No todas las personas con autismo presentan los mismos síntomas ni la misma intensidad. Debido a esta variabilidad de los síntomas, en ocasiones el diagnostico se realiza de forma tardía, pudiendo ocurrir incluso en la edad adulta.
Te animo a leer a Naoki Higashida, divulgador autista que escribió La razón por la que salto, responde en su libro, a preguntas habituales sobre el autismo: ¿porqué los autistas hacen movimientos raros?, ¿porqué se tapan los oídos?, ¿porqué memorizan horarios o les encantan los anuncios? Su mensaje principal es «no os deis por vencidos» a la hora de ayudar a este tipo de personas.
¿Cuáles son los síntomas del autismo más comunes?
Los síntomas del Trastorno del Espectro Autista (TEA) pueden manifestarse de muchas formas, pero suelen observarse desde los primeros años de vida. Muchas veces parecen estar en su propio mundo, con poca iniciativa para compartir emociones o experiencias con los demás, aunque esto no significa que no sientan afecto o interés, sino que lo expresan de manera diferente.
También suelen mostrar una gran necesidad de rutinas, y los cambios inesperados pueden generarles un alto nivel de ansiedad. Sus intereses pueden ser muy intensos y enfocados en temas muy concretos. Además, pueden tener una sensibilidad sensorial particular: ruidos, luces, texturas o incluso ciertos sabores pueden resultarles molestos o, por el contrario, muy atractivos.
Cada caso es único, por eso es tan importante realizar una valoración adecuada que permita comprender cómo se expresa el TEA en cada persona.
Dificultades en comunicación e interacción social del autista
Las personas con autismo presentan dificultades en el plano social. Estas dificultades pueden variar en intensidad y forma dependiendo de la persona. Las dificultades o alteraciones a nivel social son las más características. Algunos de los síntomas que hacen referencia a estas dificultades son:
- Dificultad o falta de contacto visual
- Dificultad en ajustar la conducta social
- Capacidad limitada en el habla (incluso sin habla), iniciar o mantener una conversación
- Aislamiento social, ausencia de motivación de contacto social
- Repetición de palabras o frases
- Rechazo emocional
- Dificultad para comprender ciertas reglas sociales como gestos, expresiones o tonos de voz
- Modo inusual de relacionarse socialmente
- No responder a su nombre
- Dificultad para comprender los propios sentimientos y ajenos
Patrones repetitivos en el autismo
Los patrones repetitivos de comportamiento en personas con Trastorno del Espectro Autista no son simples manías, suelen cumplir funciones importantes, tienen que ver con cómo la persona percibe y regula el mundo que la rodea.
Para muchas personas con TEA, el entorno puede ser impredecible o abrumador. Los movimientos repetitivos, como aletear con las manos, balancearse o alinear objetos, pueden ser una forma de autorregulación: les ayudan a calmarse, a manejar el estrés o a sentirse más seguros en situaciones que les resultan difíciles.
Además, los intereses intensos y repetitivos que muchas veces acompañan al TEA pueden ser una fuente de placer, motivación y conocimiento. Aunque a veces parezcan poco funcionales desde fuera, para la persona pueden representar una forma de explorar el mundo o conectar con él.
Comprender el sentido de estas conductas es clave para poder acompañar sin juzgar, y para intervenir desde el respeto, buscando alternativas que ayuden a la persona sin anular su forma de ser.
Algunos de los ejemplos sobre estos patrones puede ser:
- Movimientos repetitivos
- Habla repetitiva
- Juego repetitivo
- Utilización repetitiva de objetos
- Rechazo a salir de la rutina
- Intereses restringidos: Obsesión hacia objetos o actividades específicas
- Hiper/hiporeactividad a estímulos sensoriales
¿Cómo detectar el autismo?
El autismo es un trastorno complejo que requiere la evaluación exhaustiva por parte de diferentes profesionales especializados, como psicólogos o neurólogos. Hay que tener en cuenta que la evaluación y detección del autismo supone realizar gran variedad de pruebas, tanto físicas como visuales, auditivas y cognitivas. Lo que puede suponer una sobre carga a nivel emocional y mental para la persona. y sus familiares.
¿Qué causa el autismo?
Si tienes un hijo con autismo quiero que sepas que no es tu culpa, que no has hecho nada mal y que el autismo es una condición que no te hace menos válido ni menos inteligente, tan solo diferente. En un mundo donde todos somos distintos no debería tener tanta importancia, pero seamos realistas, la sociedad no ayuda.
Si bien no hay una causa determinante para el autismo, sí que se han identificado algunos factores que pueden incidir en el desarrollo de éste. Existen algunos genes relacionados con el autismo y se está estudiando la posibilidad de influencias ambientales relacionadas con la etapa del embarazo o algunas infecciones o consumo de medicamentos.
Diversos estudios han concluido que el autismo se origina en la fase prenatal, es decir durante el desarrollo del individuo, momento en el cual se están creando las conexiones y regiones cerebrales.
Consecuencias del autismo
El trastorno del espectro autista comienza en los primeros años de la infancia y, a la larga, provoca problemas para desenvolverse en la sociedad, por ejemplo, en situaciones sociales, en la escuela y el trabajo.
Las dificultades en la interacción social pueden suponer un aislamiento de la persona. También a nivel emocional puede en algunos casos aparecer frustración y apatía.
Los familiares de personas con autismo pueden llegar a sentirse sobrepasados si no tienen los recursos necesarios para gestionar algunas de las situaciones a las que tienen que hacer frente.
A nivel familiar será necesario ofrecer toda la información pertinente sobre el autismo, como afecta en la vida diaria y en cada área de funcionamiento, así como dotarles de recursos para hacer frente a la situación y poder proporcionar un soporte a nivel emocional.
También será relevantes des del plano educativo realizar todas las adaptaciones pertinentes, incluyendo modelos de aprendizaje y comunicación adaptados a las necesidades de la persona.
El tratamiento del autismo se va a llevar a cabo de forma continuada, por consiguiente, se van a tener que ir realizando adaptaciones a medida que la persona vaya desarrollándose durante su ciclo vital.
¿Qué es efectivo para el autismo?
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) no es una enfermedad ni tiene cura, pero sí existen múltiples recursos, apoyos y estrategias que pueden mejorar la calidad de vida, el desarrollo de habilidades y la autonomía de las personas dentro del espectro.
Entre los aspectos clave que marcan una diferencia positiva se encuentran:
- La detección temprana y el acompañamiento adecuado desde edades tempranas.
- Un enfoque individualizado, adaptado a las características, intereses y necesidades de cada persona.
- El trabajo conjunto entre diferentes áreas y figuras de apoyo: familia, escuela, profesionales especializados (psicología, logopedia, terapia ocupacional, etc.).
¿Cómo puede aportar el acompañamiento emocional y creativo?
Desde un espacio de arteterapia y acompañamiento psicoeducativo:
- Creamos un entorno seguro para explorar emociones, intereses y recursos personales.
- Fomentamos la expresión no verbal, el juego simbólico y la creatividad.
- Ayudamos a construir momentos de disfrute, conexión y autoestima.
- Acompañamos a la familia para fortalecer su red de apoyo y autocuidado.
Este trabajo no sustituye intervenciones sanitarias o educativas especializadas, pero es un gran complemento para enriquecer la experiencia emocional y relacional de la persona.
Acompañamiento psicoeducativo para el TEA
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) requiere un abordaje integral que combine distintas áreas de intervención. Entre los enfoques más reconocidos se encuentran:
- Intervenciones conductuales, como el Análisis Aplicado del Comportamiento (ABA), que refuerza conductas positivas, mejora la comunicación y reduce las dificultades conductuales.
- Terapia del habla y lenguaje, para apoyar la comunicación verbal y no verbal, incluyendo el uso de pictogramas u otros sistemas aumentativos.
- Terapia ocupacional, que ayuda a desarrollar habilidades de la vida diaria e integración sensorial.
- Intervención educativa especializada, en entornos escolares adaptados, con apoyos visuales, rutinas claras y metodologías inclusivas.
- Trabajo con la familia, ofreciendo orientación y apoyo emocional para cuidadores.
¿Qué aporta el acompañamiento psicoeducativo y creativo?
Desde mi espacio como psicóloga enfocada en el apoyo emocional ofrezco:
- Un entorno seguro para la expresión emocional a través del juego, el arte y la creatividad.
- Espacios grupales o individuales para trabajar autoestima, emociones y vínculos.
- Acompañamiento emocional para familias, para que se sientan apoyadas y menos solas en el proceso.
- Recursos psicoeducativos que complementen el trabajo clínico, educativo y terapéutico que ya esté en marcha.
¿El autismo se trata con medicamentos?
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) no tiene una «cura» ni se trata directamente con medicación. El autismo no es una enfermedad, sino una condición del neurodesarrollo que acompaña a la persona a lo largo de toda su vida. Por eso, el enfoque terapéutico se basa en el acompañamiento psicológico, la intervención psicoeducativa y el trabajo con la familia y el entorno.
Sin embargo, en algunos casos específicos, los profesionales de la salud pueden considerar el uso de medicación para tratar síntomas asociados que interfieren en el bienestar o en la calidad de vida de la persona. Por ejemplo, cuando hay niveles muy altos de ansiedad, trastornos del sueño, hiperactividad, irritabilidad intensa o conductas muy disruptivas, un médico especialista (como un psiquiatra infantil) puede valorar la medicación como complemento, nunca como sustituto del trabajo terapéutico.
Beneficios después del tratamiento del autismo
Buscar apoyo es fundamental, el objetivo es siempre mejorar la calidad de vida de la persona y su entorno, en ningún caso pretende cambiar quién es, sino acompañar su desarrollo, potenciar sus habilidades y ofrecer herramientas que le permitan adaptarse mejor al mundo que le rodea.
Entre los beneficios más significativos están la mejora en la comunicación, ya sea verbal o no verbal, el fortalecimiento de habilidades sociales y emocionales, y el desarrollo de mayor autonomía en las actividades cotidianas. También se trabaja en la gestión de emociones, la reducción de conductas que generan malestar y el aumento de la autoestima y la seguridad personal.
Cuando el tratamiento incluye a la familia, se genera un entorno más comprensivo, estructurado y enriquecedor. Esto no solo ayuda a la persona con TEA, sino que reduce la ansiedad y el estrés familiar, mejora la convivencia y favorece una relación más cercana y positiva.
Cada pequeño avance cuenta. Con el acompañamiento adecuado, las personas en el espectro pueden desarrollarse plenamente, disfrutar de sus logros y vivir una vida más satisfactoria, en la que se sientan comprendidas, valoradas y respetadas. El tratamiento continuado de la persona con autismo va a permitirle poder desarrollarse y adquirir o modular ciertas habilidades para interaccionar con otras personas, el medio ambiente y uno mismo.
¿Hay trastornos asociados al autismo?
En muchas ocasiones el Trastorno del Espectro Autista (TEA) puede presentarse junto a otras condiciones del neurodesarrollo o trastornos psicológicos. Esto no ocurre en todos los casos, pero es bastante común, y es importante detectarlo para ofrecer un apoyo adecuado y completo.
Algunas de las condiciones que pueden asociarse al TEA son:
- Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), que puede dificultar la concentración y aumentar la impulsividad.
- Ansiedad y trastornos del estado de ánimo, especialmente en personas con mayor nivel de conciencia sobre sus dificultades o que experimentan entornos poco comprensivos.
- Trastornos del lenguaje, que afectan la capacidad de comunicarse de forma fluida o comprensible.
- Dificultades del aprendizaje, como dislexia, discalculia u otras, que interfieren en el rendimiento académico.
- Trastornos del sueño, muy frecuentes en niños y adolescentes con TEA.
- Problemas de alimentación selectiva o conductas alimentarias inusuales, muchas veces relacionadas con la sensibilidad sensorial.
Detectar estos trastornos asociados no significa añadir más etiquetas, sino comprender mejor a la persona en su totalidad. Esto permite adaptar los apoyos y favorecer un desarrollo más equilibrado, reduciendo el malestar y potenciando sus recursos.
*Nota: En este centro ofrezco servicios de psicología no sanitaria y arteterapia. No se realizan diagnósticos ni tratamientos sanitarios, pero sí te acompaño en el proceso para sentirte bien.