crianza consciente y respetuosa

¿Te preocupa el comportamiento de tus hijos? Te entiendo, ser padre o madre no viene con un manual de instrucciones, y a veces, parece que estamos navegando en aguas turbulentas. Muchos educadores se desesperan cuando sienten que los gritos y los castigos son su único recurso y que ni siquiera eso acaba de funcionar.

Estoy convencida de que tú también anhelas un hogar con un buen ambiente familiar, donde reine la confianza y podáis resolver los problemas con calma, como un equipo. Si no sabes por dónde empezar, me encantaría ayudarte con eso porque disfruto viendo crecer a las familias y comprendo perfectamente cómo te sientes.

¿Quieres educar con calma, pero te resulta complicado?

Es normal. La crianza no es fácil, está llena de momentos estresantes, pero no estás solo. Todos nos sentimos desbordados en algún instante, es realmente frustrante cuando tus hijos no hacen caso y ves que las cosas no funcionan como desearías. ¡No tires la toalla! Esas incómodas situaciones que nos pone la vida delante, son grandes oportunidades para aprender y crecer.

Queremos hacerlo perfecto, pero ni siquiera nos enseñan cómo hacerlo medianamente bien, porque arrastramos estilos educativos que no ayudan, desde muchas generaciones atrás. Eres madre, pero también hija. Eres madre, pero también una mujer con sus vivencias y necesidades. Eres madre y eso conlleva enormes esfuerzos y sorpresas. Si quieres conocer estrategias para educar con respeto, pero de forma efectiva, no dudes en contactar conmigo.

¿Necesitas orientación para enfrentar los desafíos diarios de la maternidad?

Las madres y padres deseamos crear un entorno respetuoso y divertido, pero a veces necesitamos un poco de orientación para llevarlo a cabo. Te aseguro que es posible transformar una dinámica llena de conflictos, que es posible fortalecer los lazos familiares y que es posible una maternidad donde disfrutemos más y nos agobiemos menos.

Para hacerlo, debes conocer cómo funciona el cerebro del niño y el adolescente, tienes que integrar formas de comunicación efectivas, porque una comunicación sana, que ayude a buscar soluciones y a conectar en familia, es el todo. Tienes que saber cómo lograr esa conexión que hará que todos os sintáis valorados y comprendidos, y tienes que cuidar de ti.

Educación emocional para niños y adolescentes

Está muy de moda hablar de inteligencia emocional y es lógico que surjan muchas preguntas: ¿Qué es la educación emocional? ¿Cómo validar las emociones de mis hijos? ¿Cómo establecer vínculos positivos y crear un apego seguro? ¿Qué diferencias hay entre la sobreprotección, la permisividad o la disciplina positiva? Conocer las respuestas supone una gran ventaja y un verdadero cambio en tu vida.

Los niños que reciben educación emocional desarrollan una mayor autoestima y son más capaces de manejar las situaciones estresantes o difíciles. Aprenden a crear vínculos saludables los demás, lo que favorece su integración social. Saben gestionar sus emociones y son menos propensos a desarrollar conductas agresivas, impulsivas o desafiantes.

Al estar emocionalmente equilibrados, los niños pueden concentrarse mejor en las actividades escolares y vivir los desafíos académicos con mayor confianza. Proporcionar una base sólida en la infancia ayuda a prevenir o mitigar problemas emocionales y psicológicos en la adolescencia o la adultez, ¡Vale la pena el esfuerzo!

¿Listo para dar el siguiente paso hacia una educación respetuosa y consciente?

No tienes que hacerlo solo. A veces la visión de una persona externa puede suponer un antes y un después, librarse del estrés que generan las peleas, los gritos, la desobediencia, las rutinas, los deberes escolares y un sinfín de retos que encontramos las mamás y papás, es una prioridad.

consultas maternidad y crianza

Porque nadie desea una vida llena de agobio y malestar, a nadie le gusta ser “el malo”, ni a los niños ni a los padres, por eso debemos averiguar el motivo de nuestras conductas, qué hay detrás de esos comportamientos y qué nos impide hacerlo de otro modo más adaptativo.

Estoy aquí para acompañarte en este intenso viaje, con los recursos y el apoyo necesario para ayudarte a convertir cada desafío en aprendizaje. Porque tus hijos merecen lo mejor de ti, y tú también mereces disfrutar de la hermosa experiencia de ser padre o madre y librarte del agotamiento que supone una lucha diaria por cualquier cosa. Librarte de la sensación de culpa cada vez que la situación se descontrola y del asfixiante estrés que acarrea todo esto.

El poder del autoconocimiento y el autocuidado

Una de las claves para disfrutar de la paternidad, es conocerse bien, saber cuáles son nuestros estresores, identificar falsas creencias o pensamientos que nos dañan, reconocer nuestras propias emociones y comprender que, a veces, la falta de control nos supera.

Debemos aprender a ser compasivos cuando pensamos que somos malas madres o malos padres y nos fustigamos. Se trata de un aprendizaje continuo para todos, ¡No existen padres perfectos! Conocerse en profundidad y prestar atención al autocuidado es el primer paso hacia una crianza respetuosa y consciente, una forma de educar en positivo que te permitirá hacerlo todo más fácil.

Crianza consciente y respetuosa, una educación efectiva y poderosa

En una vida apresurada, encontrar el equilibrio es esencial. La crianza no tiene por qué ser una tarea seria y agotadora. Con un toque de sentido del humor, podemos hacer de la educación de nuestros hijos, una experiencia más ligera y gratificante. Ríe, juega y disfruta de cada momento.

Si eres una madre agobiada por fortalecer la autoestima de tus hijos, te cuento que el ingrediente secreto es: ¡El juego! y los momentos compartidos sin expectativas ni exigencias. Te acompaño en el proceso para que puedas fomentar la autonomía de los niños y lograr que se sientan seguros para afrontar los obstáculos de la vida.

¿Quieres que tus hijos sean más asertivos, proactivos y resilientes?

Si desde edad temprana sabes cómo actuar ante las dificultades, tus hijos se van a beneficiar de ese vínculo sano y esa comprensión. Saber más, te permitirá darte cuenta para después poder tenerlo en cuenta, pero si te ciñes a lo que siempre haces (que no te funciona) no esperes obtener diferentes resultados. Los problemas no se solucionan solos milagrosamente, te animo a tomar el control de tu vida y hacerlo lo mejor que puedas. En educación, saber es poder.

Preguntas frecuentes sobre maternidad

En esta sección encontrarás respuestas a las preguntas más comunes sobre crianza y maternidad. Esta etapa está llena de dudas porque los padres y las madres deseamos lo mejor para nuestros hijos, por lo que he recopilado las inquietudes más frecuentes para ofrecerte información clara y útil.

Las rabietas son una parte natural del desarrollo infantil, especialmente en niños pequeños que están aprendiendo a regular sus emociones. Existen estrategias para manejar estos momentos tan estresantes, por eso, si te sientes sobrepasado debes buscar soluciones. No es fácil mantener la calma ante una explosión emocional, cuando los niños se frustran necesitan que un adulto les ofrezca su calma y su guía para volver a regularse.

En los primeros años de vida, la interacción física y el juego son esenciales para el desarrollo cerebral. El uso excesivo de pantallas puede llevar a que los niños pasen menos tiempo interactuando con actividades realmente constructivas para ellos, lo que afecta el desarrollo de habilidades sociales importantes.

A todos nos preocupa el impacto que las pantallas pueden tener en el desarrollo físico, social y emocional de nuestros hijos, en consulta estamos viendo numerosos problemas. Establecer un uso equilibrado y responsable de la tecnología es clave para mitigar estos riesgos y garantizar que los niños se beneficien de las herramientas digitales de manera saludable, para ello hay que conocer bien todos los riesgos del abuso de pantalla.

Es importante entender que los comportamientos disruptivos son una forma en que los niños a veces expresan emociones o necesidades. Habitualmente se deben a un exceso o a una falta de algo, puesto que cada niño es único, habrá que indagar para encontrar la causa subyacente a estas conductas.

Muchas veces los niños presentan dificultades que no están a la vista, es importante que los tratemos con empatía intentando comprender qué pasa por su mente, pero también estableciendo unos límites claros de lo que está permitido y lo que no.

Poner límites es un arte, muchos padres y madres creen poner límites al gritar, castigar o regañar, acciones relacionadas con la autoridad o la disciplina, es un error común. Pero lo cierto es que marcar lo que sí y lo que no, es más fácil de lo que parece, y sobre todo, se puede hacer con respeto.

Los límites son aquellas cosas que no permitimos (generalmente relacionadas con el respeto, la salud y la integridad) y que van acompañadas de una acción, su objetivo es lograr un aprendizaje y un cambio de conducta, es decir, si les decimos que eso no se puede hacer, pero no le decimos cómo hay que hacerlo, ese límite no va a funcionar.

Tendemos a pensar que los niños no sienten ansiedad, que no se enteran de las cosas, que no sufren… y nada más lejos de la realidad, el mundo emocional de los niños hay que tenerlo muy en cuenta. Para ello es preciso aprender a identificar, comprender y liberar las emociones en la infancia, asimilar qué significa validar las emociones, etc. Si no sabemos cómo acompañar ante las dificultades acrecentaremos el problemas sin pretenderlo.

Fomentar la autoestima es uno de las grandes preocupaciones de los padres, deseamos que nuestros hijos crezcan seguros y confiados para vivir la vida con alegría, queremos que se quieran tal como son y que saquen lo mejor de sí.

Hay formas muy sencillas de cuidar la autoestima infantil, entre ellas, fomentar la autonomía, tener presente cómo hacer buenos refuerzos, la validación y el autoconocimiento.

Existen varios tipos de crianza o estilos educativos, el autoritario se caracteriza por normas estrictas, mucho control y poco diálogo, puede promover una baja autoestima. El estilo permisivo sería su opuesto: pocos límites, normas y consecuencias, puede promover la falta de autocontrol. La sobreprotección es un estilo de crianza en el que tendemos a proteger ante las frustraciones y resolvemos los problemas a los niños, es contraproducente porque frena el desarrollo de nuestros hijos.

Y por último, el estilo democrático es aquel en el que los padres son afectuosos pero saben establecer límites. Aquí encontramos la crianza positiva o crianza consciente y respetuosa entre otras que ponen énfasis en la presencia y validación emocional, podemos llamarla de muchas formas, pero lo importante es entender que en el equilibrio está está la salud y en los extremos las patologías.